La fidelidad es una de las bases sobre las que se
construye una gran mayoría –no todas- de las parejas y matrimonios, por lo que
no es de extrañar que la infidelidad sea una de las causas principales de las
separaciones, así como que su superación se encuentre entre los motivos más
comunes a la hora de buscar ayuda psicológica para iniciar terapia de pareja.
Perdonar una
infidelidad es algo muy personal. Sin embargo, es cierto que desde una
situación hipotética, muchas personas afirman que no estarían dispuestas a
perdonar una infidelidad, ya sea porque creen que no serían capaces o porque
entre sus valores no entra este hecho como algo admisible en una pareja. Pero,
¿Realmente es imposible perdonar una infidelidad? ¿Se puede verdaderamente
hacer borrón y cuenta nueva? ¿Es bueno perdonar una infidelidad o es un error?
Todo
depende. Es importante señalar que cada caso es particular y concreto, lleno de
matices como la vida misma. Tanto es así, que el concepto de infidelidad ni siquiera es universal; no
todas las personas entienden esta conducta de la misma manera. De la misma
forma, existen muchos tipos de relaciones, y por lo tanto, muchas promesas
y compromisos diferentes entre dos personas, por lo cual, serán ambos miembros
de cada pareja en particular los que establecerán de forma implícita o
explícita sus propios compromisos.
La infidelidad es una de las principales causas de separaciones y casi siempre está provocada por la insatisfacción de una de las partes
con el tipo de relación que están llevando; ya sea por el desgaste, o por la
monotonía, quizás por el mantenimiento de una relación con conflictos
persistentes, o tal vez por la existencia de insatisfacción sexual. Las causas
pueden ser múltiples. Fuere cual fuere, lo cierto es que dichas causas no
entienden de género y al fin y al cabo, son una elección personal. Quizás lo
más lógico sería que la persona que está insatisfecha hable de sus sentimientos
con la otra persona y que ambos se esfuercen por encontrar una solución, pero
en muchos casos esto no ocurre y la parte descontenta busca el cariño, el
apoyo, la comprensión o el sexo fuera de la relación de pareja.
Así pues, la
infidelidad en la pareja evidencia una crisis dentro de la relación, un punto
de inflexión en el que se deberá optar entre continuar la relación o iniciar
una separación.
No todas las parejas en las que se da una
infidelidad se separan. Algunas parejas se reconcilian, superan el problema y
continúan. En este sentido, a pesar de los efectos negativos que genera una
infidelidad tanto a nivel de pareja como individual, hay personas que prefieren
centrarse en las cualidades positivas de su pareja y
superar este obstáculo, llegando incluso a fortalecer su relación. Pero
este proceso de reconciliación no siempre es fácil; de hecho, muchas veces es
necesaria la ayuda terapéutica mediante terapia de pareja para llevar a cabo esta
reconciliación. La terapia de pareja es una elección que guiará el proceso y
facilitará la recuperación, fortaleciendo la pareja y dotándola de estrategias
para afrontar las áreas donde se encontraba dañada. Asimismo, con la colaboración
de ambos miembros de la pareja, ayudará a introducir los ajustes necesarios en
la relación y a gestionar adecuadamente las emociones que una infidelidad puede
conllevar en ambas partes (rencor, desconfianza, rabia, culpa, inseguridad,
temor, etc.).
Sin embargo, en la otra cara de la moneda, hay parejas
que optan por separarse. Puede ocurrir cuando la persona que ha sido infiel
decide iniciar una relación con la tercera persona, o cuando hay circunstancias
en las que la ruptura de compromiso que se ha producido provoca profundos
sentimientos negativos de dolor acumulado en uno o ambos miembros de la pareja,
junto a la sensación de no estar ante una situación reparable. En estos casos,
es útil un trabajo psicológico individual en el que se elaborará el duelo por
el fin de la relación y se empezará a enfocar la nueva etapa vital a la que
cada uno, independientemente, deberá enfrentarse.
Sin duda, no existen respuestas a si se debe o no
perdonar una infidelidad. Cuando median sentimientos y muchos años de relación,
las variables se complican. Lo más importante es tomar una decisión de forma
consciente, que conectes con tus sentimientos y determines qué quieres
realmente. Y por supuesto, no dudes en buscar ayuda si no sabes cómo afrontar
esta situación.
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