miércoles, 15 de junio de 2016

¿Se puede perdonar una infidelidad?

La fidelidad es una de las bases sobre las que se construye una gran mayoría –no todas- de las parejas y matrimonios, por lo que no es de extrañar que la infidelidad sea una de las causas principales de las separaciones, así como que su superación se encuentre entre los motivos más comunes a la hora de buscar ayuda psicológica para iniciar terapia de pareja.
Perdonar una infidelidad es algo muy personal. Sin embargo, es cierto que desde una situación hipotética, muchas personas afirman que no estarían dispuestas a perdonar una infidelidad, ya sea porque creen que no serían capaces o porque entre sus valores no entra este hecho como algo admisible en una pareja. Pero, ¿Realmente es imposible perdonar una infidelidad? ¿Se puede verdaderamente hacer borrón y cuenta nueva? ¿Es bueno perdonar una infidelidad o es un error?
Todo depende. Es importante señalar que cada caso es particular y concreto, lleno de matices como la vida misma. Tanto es así, que el concepto de infidelidad ni siquiera es universal; no todas las personas entienden esta conducta de la misma manera. De la misma forma, existen muchos tipos de relaciones, y por lo tanto, muchas promesas y compromisos diferentes entre dos personas, por lo cual, serán ambos miembros de cada pareja en particular los que establecerán de forma implícita o explícita sus propios compromisos.
La infidelidad es una de las principales causas de separaciones y casi siempre está provocada por la insatisfacción de una de las partes con el tipo de relación que están llevando; ya sea por el desgaste, o por la monotonía, quizás por el mantenimiento de una relación con conflictos persistentes, o tal vez por la existencia de insatisfacción sexual. Las causas pueden ser múltiples. Fuere cual fuere, lo cierto es que dichas causas no entienden de género y al fin y al cabo, son una elección personal. Quizás lo más lógico sería que la persona que está insatisfecha hable de sus sentimientos con la otra persona y que ambos se esfuercen por encontrar una solución, pero en muchos casos esto no ocurre y la parte descontenta busca el cariño, el apoyo, la comprensión o el sexo fuera de la relación de pareja.
Así pues, la infidelidad en la pareja evidencia una crisis dentro de la relación, un punto de inflexión en el que se deberá optar entre continuar la relación o iniciar una separación.
No todas las parejas en las que se da una infidelidad se separan. Algunas parejas se reconcilian, superan el problema y continúan. En este sentido, a pesar de los efectos negativos que genera una infidelidad tanto a nivel de pareja como individual, hay personas que prefieren centrarse en las cualidades positivas de su pareja y superar este obstáculo, llegando incluso a fortalecer su relación. Pero este proceso de reconciliación no siempre es fácil; de hecho, muchas veces es necesaria la ayuda terapéutica mediante terapia de pareja para llevar a cabo esta reconciliación. La terapia de pareja es una elección que guiará el proceso y facilitará la recuperación, fortaleciendo la pareja y dotándola de estrategias para afrontar las áreas donde se encontraba dañada. Asimismo, con la colaboración de ambos miembros de la pareja, ayudará a introducir los ajustes necesarios en la relación y a gestionar adecuadamente las emociones que una infidelidad puede conllevar en ambas partes (rencor, desconfianza, rabia, culpa, inseguridad, temor, etc.).
Sin embargo, en la otra cara de la moneda, hay parejas que optan por separarse. Puede ocurrir cuando la persona que ha sido infiel decide iniciar una relación con la tercera persona, o cuando hay circunstancias en las que la ruptura de compromiso que se ha producido provoca profundos sentimientos negativos de dolor acumulado en uno o ambos miembros de la pareja, junto a la sensación de no estar ante una situación reparable. En estos casos, es útil un trabajo psicológico individual en el que se elaborará el duelo por el fin de la relación y se empezará a enfocar la nueva etapa vital a la que cada uno, independientemente, deberá enfrentarse.


Sin duda, no existen respuestas a si se debe o no perdonar una infidelidad. Cuando median sentimientos y muchos años de relación, las variables se complican. Lo más importante es tomar una decisión de forma consciente, que conectes con tus sentimientos y determines qué quieres realmente. Y por supuesto, no dudes en buscar ayuda si no sabes cómo afrontar esta situación.