domingo, 24 de febrero de 2013

Comunic-Arte


¿Has pensado alguna vez en cómo es tu manera de comunicarte?

Ya los antiguos griegos decían “lo importante de un suceso no es lo que sucede sino cómo lo interpretan las personas que hay en él”.

Con esto quiero decir que uno de los errores más habituales que las personas cometen cuando se relacionan con los demás consiste en creer que todos vemos el mundo de la misma manera y que tenemos que compartir la misma forma de pensar.

Desde mi trabajo diario me doy cuanto que este es uno de los grandes problemas que existen entre las personas. Afirmo desde mi experiencia que SÍ existe el miedo a comunicarse! Y lo que ignoramos es que queramos o no estamos comunicando durante todo el día.

La totalidad de las conductas, los sentimientos y los pensamientos tienen sus raíces en alguna forma de comunicación.

 

¿Se puede mejorar a nivel comunicativo?

Por supuesto que sí, es un trabajo continuo. En los procesos de Coaching que llevo a cabo tanto a nivel personal como procesos de Coaching ejecutivo uno de los objetivos estrella mejorar en las habilidades comunicativas.  

Muchos de los errores que se producen en este área tienen que ver con que nos centramos mucho en qué queremos decir, olvidándonos del cómo lo decimos  o aún más importante de para qué lo decimos.

Cuando se producen estos errores tenemos una tendencia a culpabilizar al receptor de la pérdida o de la distorsión de la información. Pero…  Emisor, quiero que reflexiones una cosa, ¿te has asegurado de que tu mensaje se haya entendido y haya sido recibido como tú quieres? No responsabilices al otro si has olvidado de cerrar tu proceso de comunicación con un feedback, es decir, asegurándote de que tu mensaje ha sido entendido y canalizado cómo tú querías. Tu eres el responsable de tu forma de comunicarte y de que el mensaje llegue correctamente al receptor.

Es curioso cuando en terapia de pareja observo cómo no se ESCUCHAN entre ellos. A veces pienso que estoy viendo una película subrealista. Son capaces de estar diciendo ambos exactamente lo mismo y al no escucharse y por supuesto hablarse simultáneamente  pueden  alargar una discusión durante un buen rato hasta que llega un momento en que simplemente les pregunto, ¿ os estáis escuchando? Normalmente tras esta pregunta se suele producir un silencio (signo evidente y uno de los más importantes que yo considero a nivel de comunicación) y entonces es cuando se dan cuenta de que no tienen ni idea de lo que el otro les estaba queriendo decir.

Es muy importante escucharse y cuando digo esto no me refiero a oir al otro o a escuchar por encima me refiero a ESCUCHAR ACTIVAMENTE, es decir, escuchar con los cinco sentidos.  Es una escucha de 360 grados, donde intervienen tanto las palabras, como el lenguaje no verbal, las pausas, los ritmos….

 

¿Qué nos puede impedir escuchar activamente?

Nuestra propia resistencia, es decir, nuestros prejucios, creencias, presuposiciones, deseos, expectativas, preocupaciones, miedos…Por lo tanto muchas veces lo que escuchamos es nuestro propio ruido, nuestros propios sonidos y no realmente lo que nos están diciendo.

 

¿Cómo podemos evitar esta  resistencia?

Siendo flexibles. La flexibilidad es una capacidad que hay que desarrollar y que nos enriquece, al facilitarnos captar otros aspectos del mundo de las demás personas y permitirnos comprender las diferentes experiencias.

Una forma de desarrollar la flexibilidad es rompiendo con las rutinas lo que conllevará a cambios en mi mundo interno y por lo tanto en mi manera de ver las cosas.

 

“si sigues haciendo lo que siempre has hecho, no llegarás más allá de dónde siempre has llegado”

 

EVITA COMETER LOS SIGUIENTES ERRORES:

-No tener un objetivo claro de lo que  quiero comunicar. Si esto es así es muy fácil que el receptor acabe dominando la conversación y por lo tanto me desvíe de lo que quiero comunicar

-Hablar en negativo. En la medida de lo posible intenta comunicar en positivo, evita los no quiero y no puedo y habla de lo que sí quieres

-Prestar atención únicamente a ti mismo cuando lo que necesitas es observar a la otra persona para poder acompasarte y establecer un rapport que es el que permitirá empezar a abrir un canal de comunicación

-Evita presuponer lo que los otros piensan. No tenemos la capacidad de leer mentes, no te dejes llevar por antiguas reacciones o patrones conocidos.

-No completes la información omitida con tus propias experiencias.

-No te resistas a las resistencias. Flexibiliza, si un mensaje no llega como tu quieres cambia tu manera de comunicarlo

-No verificar. Para mí este es el punto más importante, siempre que comuniques algo pide un feedback. Observa si el mensaje ha llegado y ha sido entendido como tú quieres que llegue.

 

“UN BUEN COMUNICADOR ES EL QUE ESCUCHA BIEN”

“UN EXCELENTE COMUNICADOR ES EL QUE ESCUCHA EXCELENTE”